29 de marzo de 2011

Porque una imagen vale más que mil palabras.

Un corazón perdido...
















 
....un problema sin solución...











....una locura...
 
...una mirada perdida...















... la fuerza del amor...
































....un secreto...

















    
...pero sobre todo, una sonrisa :)

Tears, you are free to leave.

No somos conscientes de lo que tenemos hasta que lo perdemos, o eso dicen. Yo no he perdido a alguien, he perdido algo. Algo que nadie nunca había conseguido quitarme; la sonrisa.
¿Cómo se pierde una sonrisa? Queriendo. Quieriendo a alguien tanto que duele solo pensarlo.
Este último mes ha sido el más bonito que recuerdo, cada beso, cada caricia, han sido perfectos. Pero la chispa que un día se encendió se está apagando. Poco a poco. En silencio. Sin avisar.
Y quisiera una magia que se encendiera por la mañana y no se apagase por la noche.
Pero no, no existe. Y no existe porque no nos preocupamos por ella. No creemos en ella.
Mantener una relación requiere esfuerzos y ganas. Pero es cosa de dos. Uno no puede tirar del carro solo, porque pesa demasiado, porque se ahoga en sus propias lágrimas.
Levantarte cada mañana esperando que se acuerde de ti, que te mande cosas bonitas y que se muera por verte, por abrazarte y por besarte.
Me gustaría poder contaros con más exactitud que es lo que pasa, pero no puedo. Sólo puedo decir que lucharé hasta que no me queden lágrimas, porque le quiero, porque me hace sentir única y no podemos dejar que pequeños detalles nos roben nuestro cuento.
Él se dará cuenta de que los dos nos tenemos que esforzar y que necesita tener detalles para mantener viva la ilusión, y yo recuperaré mi sonrisa para ofrecérsela a él. 
¿Y porque a él? Porque como a todos, me gusta romper el papel por la línea de puntos, chupar el cola-cao que se queda pegado a la cuchara, me gusta explotar burbujas y que suene como 
una tormenta, coger la nata con el dedo, la espuma del café y el olor a gasolina, la gente que se besa por la calle, me gusta dar los buenos días hasta por la noche, los sombreros, abrir un libro y encontrar una entrada de cine antigua, y me gustan las cosas que se repiten, pero sobre todo; me gusta él.

28 de marzo de 2011

Una situación surrealista

Hace unos años, un amigo y yo estábamos buscando un deporte para hacer algo de ejercicio por las tardes. Pero tenía que ser un deporte especial. Se nos presentó la ocasión de practicar esgrima, y no nos pudimos negar. Descubrimos que es un gran deporte y se lo recomendamos a todo el mundo que busque algo alternativo.


En el club no había mucha gente joven, es más, la gran mayoría eran de mediana edad. Pero había un chico de unos veintitantos que me llamó la atención. No era especialmente guapo, pero era el mejor y por eso llamaba la atención. Me gustó desde el primer momento.


A mi amigo le pasó algo parecido con una chica. Ella era guapa y de nuestra edad. Como cabía esperar, mi amigo se fijó rapidamente en ella. Transcurrieron los meses y ninguno de los dos se atrevía a decir nada, hicimos apuestas de quien daría el primer paso y a quie le iría bien, pero tanto tiempo perdimos pensando cómo lo íbamos a hacer que ellos decidieron liarse. Sí sí, entre ellos.


La verdad es que siempre tuvieron buen rollo, a lo mejor se veía a la legua pero nosotros como estábamos embobados no lo vimos venir, pero lo cierto es que por un tiempo nos hundió. Fue duro que claramente no nos correspondieran pero fue aún más duro verles juntos.


Afortunadamente, con el tiempo lo fuimos asumiendo. Y pudimos llorar cada uno en el hombro del otro. Ellos estuvieron saliendo nada más y nada menos que un año y pico. Hace unos meses dejamos el deporte y ellos cortaron de malas maneras. Nosotros les olvidamos prácticamente por completo cuando dejamos de verles tan a menudo, pero recordamos con ironía como "mi" chico se lió con "su" chica.

23 de marzo de 2011

Un viaje inolvidable

Hace poco fue su cumpleaños, y entonces recordé nuestra historia, que aunque corta, fue muy intensa. Todo ocurrió el verano pasado cuando fui a pasar un fin de semana a San Sebastián, o Donosti para los amigos. Ya pensaba que era una ciudad mágica, de ensueño; pero desde entonces lo pienso con más razón.


El primer día salimos de fiesta sin saber muy bien a dónde íbamos, porque no conocíamos las zonas de ambiente nocturno. Después de deambular un rato por las preciosas calles del casco viejo, fuimos a parar a un bar bastante vacío. Sólo había un grupo de chicos, nosotras y alguien más. Desde el principio fichamos a uno de dicho grupo. Era guapo pero no demasiado. Finalmente decidimos pedirle que nos sacara una foto y él, muy amable, lo hizo. En ese momento empezó nuestra conversación con ellos: ´de dónde sois, cuántos años teneis, dónde estudiais, y demás tópicos para romper el hielo. Todos nos hablaban muy animados excepto él, por lo que pensamos que tenía novia. Para ser sinceros, me depcionó un poco pero decidí pasarmelo bien estuve hablando un poco con todos, incluido él. Resultó ser bastante tímido, pero cuando cogió confianza con nosotras, empezó a hablar normal.


Fuimos con ellos a una discoteca y la otra prueba de fuego, una vez supimos que no tenía novia, era que no le gustara mi amiga, o viceversa. Afortunadamente, mi amiga hizo muy buenas migas con otro del grupo y se mantuvo al margen. Pero pasaban las horas y no ocurría nada. Dicen que nunca hay que perder la esperanza, y en este caso el dicho se cumple a la perfección. Después de haber descartado completamente tener nada con él y totalmente de improvisto, me dio un beso de película. Ardiente pero dulce. De esos que se te quedan marcados y que recuerdas mucho tiempo después: cada movimiento, cada respiración, cada caricia.



No sé si intentó hacerse el duro toda la noche, o si es que fue recobrando valor para besarme, pero ya todo me dio igual. Lo importante es que estaba con él y que fue una noche maravillosa, os lo aseguro ;)


Por la mañana me acompañó a coger un taxi para volver a mi casa, y desde entonces no le he vuelto a ver. Al día siguiente no pudo quedar y yo volví a mi ciudad. Pensé en una relación a distancia, pensé en volver allí, pensé en muchas soluciones desesperadas, pero lo cierto es que no pudo ser. Y aunque me costó tiempo hacerme a la idea, lo terminé entendiendo. Este verano volveré y le llamaré con la esperanza de simplemente volver a verle y revivir aquellos instantes.

Esta historia me marcó especialmente. Recuerdo cada momento con él con una nitidez increíble, y eso a veces me asusta, pero al fin y al cabo es eso, un recuerdo.


Japón ♥

Normalmente hablamos de nuestras historias, pero hoy me ha parecido importante dedicarles unas líneas a todos esos japoneses que han luchado hasta el final. Por ellos que han sufrido porque la madre naturaleza así lo ha decidido, por aquellos que han llorado, por aquellos que no lo han superado. Por ellos, que sabemos que saldrán adelante. Y también por todos aquellos que han sobrevivido y tendrán que a buscar los medios para rehacer sus vidas de nuevo.

Japón... never give up! 

18 de marzo de 2011

Las apariencias engañan.

Amor... motor. El amor lo mueve todo.
Cuando mis padres me dijeron que me había tocado una beca para irme todo el mes de julio a Alemania, no me lo podia creer. La oportunidad que había estado esperando siempre. Un mes para mí, para reflexionar, para conocer una nueva cultura, hacer nuevos amigos, divertirse sin ninguna preocupación. El verano se presentaba perfecto. Pero ni por un momento pensé que pudiera ser tan perfecto.
Los primeros días se hacen un poco duros, acostumbrarte al idioma cuesta, pero me tocó una familia de acogida estupenda que me ayudaban en todo lo que podían y más. Fue maravilloso.
Los días pasaban y yo cada vez estaba más a gusto. Comocí a un montón de gente nueva y me lo pasaba genial.
Pero el gran fin de semana fue aquel en el que celebré mi cumple. Me llenaron de regalos y de tartas, lo cual fue genial y a la noche salimos a celebrarlo por la ciudad.
Como casi todos eran menores de edad hubo un momento en el que me quedé sola, pero no me rendí, yo quería conocer la noche alemana ya que veía mucho ambiente por las calles.
Fue al entrar en una discoteca cuando le ví. Era un típico alemán, moreno, alto y decidido. Sin nada de lo que avergonzarse, seguro de sí mismo. Y a mí me gusto desde el primer momento.
Nunca pensé que se iba a acercar a mi, a hablar conmigo y que acabaríamos la noche besandonos con el I've gotta feeling sonando de fondo. Era como un cuento perfecto.
Las dos últimas semanas fueron magníficas. Me venía a buscar al final de las clases de alemán y pasabamos horas y horas en el parque abrazados disfrutando de la vida.
Pero como dice Nelly Furtado "All good things come to an end" Y terminó. Me tenía que ir. Volvía a casa.
Cual fue mi gran sorpresa al enterarme de que él venía también. En un acto de amor loco, pero sí, se vino a mi ciudad para estar conmigo.
Yo estaba feliz y contenta pero empezaron los problemas. Empecé a ver que no era un cuento perfecto. Descubrí su verdadero caracter, el cual no me gustó nada. Era posesivo y quería tener un control sobre todo, se olvidaba de mí y no le preocupaba en absoluto. Se juntó con malas influencias y eso fue peor, si cabe.
Fue algo muy doloroso, él que me había dado mi verano perfecto me lo estaba robando de la misma forma, me estaba quitando todo mi autoestima y claro... cuando las cosas se ponen así... es mejor dejarlas. Borrón y cuenta nueva. Fueron casi 3 meses perfectos, de los que no cambiaría nada. Si, nada. Porque detrás de esa cara adorable se escondía un demonio,y me hizo mucho daño pero gracias a él soy más fuerte, me valoro más y... me ayudó a practicar mucho el alemán ;)

9 de marzo de 2011

Un ex peligroso

Hace unos días, un ex-novio de Lady Blue con el que no acabó precisamente bien empezó a hablarme demasiado amistosamente en el autobús. Y me pareció raro porque nunca habíamos cruzado más de dos palabras... No le di importancia hasta que me lo encontré por la noche de fiesta y se paró a hablar conmigo como si fuéramos amigos de toda la vida. No lo entiendo. ¿Querrá algo conmigo? Si es así el sentimiento no es mutuo: a mi no me gusta y además siempre lo veré como el ex de una amiga. Además, siempre nos encontramos en el autobús y es una situación demasiado incómoda como para empeorarla. Realmente tampoco se puede decir que hayamos sido amigos, más bien no hemos sido nada, y me atrevo a decir que nunca pasaremos del umbral de la amistad.

2 de marzo de 2011

Reencuentros inesperados


Lo vi. Y ahí estaba él. El chico de Nueva York. No ha cambiado un ápice. Está tan guapo como siempre. Nos encontramos hace poco en la biblioteca, donde yo me disponía a estudiar, propósito que no conseguí. Iba con un amigo y no había mucho sitio, por lo que tuvimos que sentarnos enfrente de él y su querida novia. Estuve varias horas intentando concentrarme pero no pude. Y no porque me muriera de ganas por besrle como en tiempos pasados, sino por los recuerdos que me venían a la mente al tenerle ahí delante. Tengo que reconocer que sí que se movió algo dentro de mí, pero afortunadamente no como antes. Ahora le veo de otra manera: un recuerdo bonito pero que definitivamente forma parte del pasado.

¡Ánimo chicas, los amores fallidos se superan!

1 de marzo de 2011

R.I.P.

Este post quiero dedicarlo, rompiendo con las historias de amor tan bonitas anteriormente comentadas, a los líos de una noche. Hay una edad para todo y nosotras tuvimos la nuestra el año pasado. Locura. Desenfreno. Cada noche de fiesta era una aventura nueva con un compañero diferente, pero importante al mismo tiempo. Animo a todo el mundo a que pase su etapa de desestabilidad, que hace que luego encuentres el equilibrio con alguien más fácilmente. Y quiero decirles a esos chicos que nos hicieron las más felices del mundo durante unas horas, que no piensen que no significaron nada para nosotras. En aquel momento lo significaron todo. Nos hacían sentir sexys, y gracias a ellos nos dimos cuenta que no hacen falta unas medidas perfectas para arrasar por la noche, sino una gran personalidad y ganas de darlo todo. Por último, deciros que, aunque no lo creais, nos acordamos de todos y cada uno de vosotros. Porque teníais algo especial. Porque nos hacíais sentir especiales.

Felicidades Rubia :)


Dos meses. Que se dice pronto. Pero dos meses intensos, en los que conocerse, compartir cosas, descubrir a la otra persona, emocionarse, ilusionarse, reír y sobre todo… ser feliz.
Y sólo pensar en que sean muchos más.
Rubia… nos encanta verte contenta, que él te ilusione, que te cuide y que te quiera.  Porque dos meses no van a ser nada comparado con lo que os queda por vivir.
Esta entrada es para vosotros. Porque no cambiéis nunca. Porque seáis así hoy, mañana y siempre y porque vuestras sonrisas no se borren… nunca.
La felicidad reside en esos pequeños momentos que nos hacen más grandes.