23 de marzo de 2011

Un viaje inolvidable

Hace poco fue su cumpleaños, y entonces recordé nuestra historia, que aunque corta, fue muy intensa. Todo ocurrió el verano pasado cuando fui a pasar un fin de semana a San Sebastián, o Donosti para los amigos. Ya pensaba que era una ciudad mágica, de ensueño; pero desde entonces lo pienso con más razón.


El primer día salimos de fiesta sin saber muy bien a dónde íbamos, porque no conocíamos las zonas de ambiente nocturno. Después de deambular un rato por las preciosas calles del casco viejo, fuimos a parar a un bar bastante vacío. Sólo había un grupo de chicos, nosotras y alguien más. Desde el principio fichamos a uno de dicho grupo. Era guapo pero no demasiado. Finalmente decidimos pedirle que nos sacara una foto y él, muy amable, lo hizo. En ese momento empezó nuestra conversación con ellos: ´de dónde sois, cuántos años teneis, dónde estudiais, y demás tópicos para romper el hielo. Todos nos hablaban muy animados excepto él, por lo que pensamos que tenía novia. Para ser sinceros, me depcionó un poco pero decidí pasarmelo bien estuve hablando un poco con todos, incluido él. Resultó ser bastante tímido, pero cuando cogió confianza con nosotras, empezó a hablar normal.


Fuimos con ellos a una discoteca y la otra prueba de fuego, una vez supimos que no tenía novia, era que no le gustara mi amiga, o viceversa. Afortunadamente, mi amiga hizo muy buenas migas con otro del grupo y se mantuvo al margen. Pero pasaban las horas y no ocurría nada. Dicen que nunca hay que perder la esperanza, y en este caso el dicho se cumple a la perfección. Después de haber descartado completamente tener nada con él y totalmente de improvisto, me dio un beso de película. Ardiente pero dulce. De esos que se te quedan marcados y que recuerdas mucho tiempo después: cada movimiento, cada respiración, cada caricia.



No sé si intentó hacerse el duro toda la noche, o si es que fue recobrando valor para besarme, pero ya todo me dio igual. Lo importante es que estaba con él y que fue una noche maravillosa, os lo aseguro ;)


Por la mañana me acompañó a coger un taxi para volver a mi casa, y desde entonces no le he vuelto a ver. Al día siguiente no pudo quedar y yo volví a mi ciudad. Pensé en una relación a distancia, pensé en volver allí, pensé en muchas soluciones desesperadas, pero lo cierto es que no pudo ser. Y aunque me costó tiempo hacerme a la idea, lo terminé entendiendo. Este verano volveré y le llamaré con la esperanza de simplemente volver a verle y revivir aquellos instantes.

Esta historia me marcó especialmente. Recuerdo cada momento con él con una nitidez increíble, y eso a veces me asusta, pero al fin y al cabo es eso, un recuerdo.


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