16 de septiembre de 2011

Time for a revolution!

Desde luego estas últimas semanas no han sido las mejores que recuerdo. Quizás el final del verano ha sido el precipicio del que me negaba a tirarme. Quizás la rutina me agobia más de lo que quiero reconocer o simplemente las cosas no han seguido el camino esperado. Solo se que la apatía me ha consumido lentamente y mi habitual sonrisa se ha visto sustituida por tajantes palabras y relaciones descuidadas.
Pero la vida es para los valientes. Hay que dibujarse una sonrisa y pensar que las cosas inevitablemente solo pueden mejorar. Todos los de alrededor se merecen la alegría que soy capaz de trasmitir. Y es que no es por mí. Es por ellos.
Y sí, es inútil negarlo, todos tenemos malas épocas. Pero ha llegado el momento de echarle un pulso a la vida… y ganarlo.

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