15 de noviembre de 2011

Old sweet time.

Viejos tiempos. Recuerdos. Sonrisas. Y es que recordar los tiempos pasados es siempre bonito, es divertido ver cómo has pasado por distintas etapas teniéndotelas que ingeniar para sobrevivir a cada una de ellas. Y la supervivencia es algo que cada uno hace a su manera.
El sábado salí de fiesta con mis amigos. Fuimos a nuestros bares de siempre. Pero hubo uno en concreto en el que los jóvenes de colegio se amontonaban en exceso.
Pasamos un largo rato analizando movimientos, escenas, comportamientos. Y os aseguro que fue de lo más interesante.
Ver la inocencia perdida en los cuerpos más jóvenes. El temor a pedir consumiciones escrito en sus caras. Los bailes locos de las más atrevidas. Y más cosas que mejor no os cuento.
Bendita juventud plagada de inocencia arrebosante.

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